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Saludos una vez más queridos lectores, aunque el contador de “leyentes” de estos artículos no lo veo, no sé si sois muchos o pocos (espero lo segundo). Bien, esta vez he elegido un tema amplio, el manga; por lo que no sé si tendré que dividirlo en los entregas, jejeje. ¿Por qué el manga? El manga en Japón tiene una gran relevancia, y es un tema muy importante, incluso me atrevería a decir que casi imprescindible para los habitantes del país del Sol naciente. El manga en Japón está muy arraigado en la cultura del lugar, en niños, adolescentes, adultos…, y pese a su apariencia relativamente moderna, su historia se remonta al siglo XI (y estamos en el siglo 21).

Y por último, para haceros consciente de su relevancia, sólo hay que fijarse en las repercusiones de este fenómeno fuera de Japón, una afición muy muy muy extendida. Seguro que todo el mundo conoce a alguien que sea aficionado (en más o menos grado) al manga. Pues sin más preámbulos, comencemos.

Manga , Mangaes la palabra japonesa para designar a la historieta. Se traduce, literalmente, como "dibujos caprichosos" o "garabatos"; fuera del Japón, se la utiliza exclusivamente para referirse a la historieta japonesa. Hokusai Katsushika, un representante del ukiyo-e, acuñó el término manga, al combinar los kanji correspondientes a informal (man) y a dibujo (ga). Al autor de manga se le conoce como mangaka, y al aficionado, como Akiba-kei u Otaku (más utilizado pero de connotaciones más negativas). El manga nace de una mezcla entre el ukiyo-e y el estilo de dibujo occidental, y sólo tras la Segunda Guerra Mundial, se convertiría, progresivamente, en lo que hoy conocemos.

Una pequeña cantidad del total de mangas publicados en Japón suele convertirse en anime. ¿Qué es el anime? Digamos que es la versión audiovisual del manga correspondiente (los dibujitos de la tele). Éstos se crean, usualmente, una vez que la serie ha tenido cierto éxito. Lo más común es que las historias sean modificadas para hacerlas más comerciales o para cumplir con ciertas regulaciones de los canales de televisión, es decir, muchas veces el anime no es el fiel reflejo del manga del que nace (se suele acortar o censurar o cambiar algún diálogo o escena); por ello, a veces, da lugar a decepciones por parte de los otakus.

Actualmente, el manga o historieta japonesa es el estilo más conocido del mundo y constituye una parte importantísima del mercado literario del país. El manga abarca todos los géneros y llega a todos los públicos, motivando además adaptaciones a distintos formatos: series de dibujos animados, películas de imagen real y Videojuegos.

El estilo manga es muy distintivo. Los rasgos más característicos se basan muchas veces en la línea sobre la forma, el modo de contar la historia (breves diálogos) y la manera de colocar los paneles que lo diferencian sobre todo de la historieta occidental. Los paneles y las páginas (en blanco y negro salvo las portadas) son típicamente leídas de derecha a izquierda, normalmente con un golpe de vista, al igual que la escritura tradicional japonesa. Aunque el arte pueda llegar a ser muy real para los mangaka se observa a menudo los rasgos occidentales como los ojos grandes. Los ojos grandes se han convertido en una característica permanente del manga y el anime desde los años 1960. Aquí tenéis el diagrama de lectura de un manga.

Hay muchos tipos de mangas, enfocado según qué tipo de lectores y género.

Por audiencias

Kodomo manga (dirigido a niños)

Shōnen manga (dirigido a chicos adolescentes)

Shōjo manga (dirigido a chicas adolescentes)

Seinen manga (dirigido a hombres jóvenes y adultos)

Josei manga (dirigido a mujeres jóvenes y adultas)

Géneros

Alternativo

Gekiga (imágenes dramáticas)

La nouvelle manga (Combina la historieta Franco-Belga con el manga japonés)

Semi-alternativo

Compañeros de batalla (personas que tienen camaradas de batalla)

Harem manga (un chico rodeado por muchas chicas)

Mahō Shōjo (magical girl, una chica que se transforma y adquiere poderes especiales)

Moé (también mahō kanojo o novias mágicas)

Mecha (robots gigantes)

Shōjo-ai (romance lésbico)

Shōnen-ai (romance gay)

Dōjinshi ("Manga hecho por aficionados")

Hentai - Es el nombre que se le da al manga erótico o pornográfico en Occidente, aunque en Japón se suele conocer como seijin manga o ecchi. A su vez, este tipo de manga se subdivide en categorías, que también sirven para clasificar otros productos como videojuegos o anime:

Softcore:

Loli-con (niñas)

Shōta-con (niños)

Yuri (de temática lésbica)

Yaoi (de temática gay)

Hardcore:

Futanari (hermafroditas)

Ero-guro (erótico-grotesco)

Kemono (animal humanoide)

Un ejemplo de un par de paginas de un manga

También nos encontramos con revistas mangas. Éstas conocidas como “revistas mangas” o “revistas antológicas” son publicaciones semanales o mensuales de entre 200 y 900 páginas. En ellas concurren muchas series distintas con entre 20 a 40 páginas por cada una en cada número de la revista y suelen ser impresos de baja calidad que rondan entre las 200 y 850 páginas de longitud. Son en blanco y negro con excepción de la portada y usualmente algunas páginas del comienzo. También contienen varias historietas de cuatro viñetas. Si las series mangas resultan ser exitosas se les puede ver publicadas por varios años. Cuando una serie se ha publicado por un tiempo, los capítulos se reúnen en tomos de (generalmente) unas 200 páginas (que recopilan 10 u 11 capítulos que han aparecido en la revista) conocidos como tankōbon. El papel y las tintas son de mejor calidad, y quien haya sido atraído por una historia concreta de la revista la comprará cuando salga a la venta en forma de tankōbon. Recientemente han sido impresas versiones "de lujo" para aquellos lectores que buscan un impreso de mayor calidad y que buscan algo especial.

De forma orientativa, las revistas cuestan en torno a 200 o 300 yenes (algo menos de 2 o 3 euros) y los tankōbon cuestan unos 400 yenes (3,50 euros).

Otra variante que ha surgido por la proliferación del intercambio de archivos a través del Internet es el formato digital que permite la lectura en un computador o similar; denominándose e-comic (al igual que su hermano occidental, el comic). Los formatos más comúnmente usados para ello son el .cbr y .cbz, que realmente son archivos comprimidos (en rar y en zip, respectivamente) con imágenes en formatos comunes (jpeg y gif sobre todo) en su interior. También se suelen distribuir como imágenes sueltas o también en formato pdf o lit.

Algunas de las revistas de manga más conocidas son:

Big Comic Original

Shōnen Jump

Shōnen Magazine

Shōnen Sunday

Ribon

Nakayoshi

El manga en Japón es un auténtico fenómeno de masas. Un único dato que sirve para ilustrar la magnitud de este fenómeno: en 1989, el 38% de todos los libros y revistas publicados en Japón eran de manga. Como se puede suponer por esta cifra, el manga no es sólo cosa de jóvenes. En Japón hay manga para todas las edades, profesiones y estratos sociales, incluyendo amas de casa, oficinistas, adolescentes, obreros, etc. El manga erótico y pornográfico (hentai) supone una cuarta parte de las ventas totales.

Y en cuanto a las revistas, tienen tiradas espectaculares: al menos diez de ellas pasan del millón de ejemplares semanales. Shōnen Jump es la revista más vendida, con 6 millones de ejemplares cada semana. Shōnen Magazine le sigue con 4 millones.

El manga en Japón llega a tal punto que existen y se crean lugares en donde vas a leer manga en un rato de ocio del que se dispone, es decir, a modos de cafeterías o cibercafé los usuarios van a esos lugares a tomar algo y como complemento ofrecen una variedad de mangas para que los clientes lean; viene a ser como lo que en España se conoce como tapa: pides una bebida y te sirven algo de comer, pues allí en vez de comer te ofrecen algo de leer jajaja. La gente camino al trabajo, al colegio… se pasan todo el tiempo leyendo mangas bien sea en el metro, tren, taxi… y es que, allí el manga, se lee como en occidente los periódicos y a una velocidad vertiginosa, de hecho, revistas de 20 ó 40 páginas se lo leen en minutos y revistas de 200 páginas 1 ó 2 horas. Y así día a día.

Pero… ¿es que no hay competencia en este campo? Pues básicamente no. El único gigante capaz de hacerle frente son los cómic estadounidenses (las historias de superhéroes que todos conocemos) y no es que le haga sombra. La gente suele tener una inclinación muy marcada hacia los mangas, generalmente. El triunfo de este fenómeno sobre los demás radica:

en el estilo de dibujo y formas, en el cómic tradicional la línea de dibujo es la misma siempre, hombres y mujeres con cuerpos musculosos muy definidos y guapos, en el manga hay diversidad de formas gordos, flacos, altos bajos, guapos, feos…;

en las tramas y diálogos más semejantes a la realidad por parte de los mangas, lo que hace sentirse al lector identificado con lo que lee y de ahí que se enganche a esa serie; la temática de los demás también es la misma con pocas variantes: salvar al mundo, luchar por “el equilibrio” del bien y el mal;

y en las expresiones del dibujo, mientras que en los mangas se pueden captar sensaciones y sentimientos tan solo viendo el dibujo, en los otros cómic las expresiones no existen, son inexpresivos. Tan solo hay que coger un cómic de los de toda la vida (de superhéroes) y un manga; y seguro que sacáis estas mismas conclusiones.

El manga ha sido traducido a un sin número de idiomas en diferentes países incluyendo Corea, China, Francia, Alemania, Italia, España, México y muchos más. Incluso han surgido grandes casas editoriales fuera de Japón. Los mercados de manga más grande radican en los Estados Unidos y el Reino Unido.

Y hasta aquí, la afición y fenómeno de masas conocido como manga. Para los que quizás sigan interesados en ello, os pongo algo de la historia del manga, ya sabéis, esa parte aburrida del cómo se originó, dónde empezó…

Los primeros indicios del manga se desarrollaron con el Chōjugiga (dibujos satíricos de animales), atribuidos a Toba no Sōjō (siglos XI-XII), del que apenas se conservan actualmente unos escasos ejemplares en blanco y negro. Durante el período Edo, el ukiyo-e se desarrolló con vigor, y produjo las primeras narraciones remotamente comparables a los géneros actuales del manga, que van de la historia y el erotismo a la comedia y la crítica.

Cuando se inició la era Meiji, los artistas europeos se maravillaban del ukiyo-e, gracias a la exótica belleza que transmitía. Con ello, los inicios del manga moderno se debieron no sólo al esteticismo en el arte del período Edo, sino a las influencias europeas, y más tarde estadounidenses: sobre todo, con la introducción de las técnicas del cómic. Así con ello, curiosamente durante el siglo XIX, las primeras bases para el desarrollo ulterior del manga vinieron asentadas por las manos de dos europeos críticos de la sociedad japonesa de esos tiempos, Charles Wirgman y George Bigot; y al llegar el siglo XX surgieron los precursores del manga actual, en manos de los propios japoneses como Ippei Okomoto, Kiyochika Kayashi y Rakuten Kitazawa. No obstante, Con la expansión de la influencia cultural europea en Japón, el manga moderno fue tomando vida a medida que se introducían técnicas de dibujo y viñetado. Simultáneamente, desde 1915 se venían haciendo los primeros ensayos para el pasaje del manga a la animación, lo que más tarde derivaría en el surgimiento del anime.

Al llegar la Segunda Guerra Mundial, con la proliferación de políticas militaristas, el manga comenzó a verse influenciado por los relatos bélicos, los cuales mostraban personajes perfectos e invencibles. Se utilizó al manga con fines propagandísticos hasta 1945, cuando las autoridades estadounidenses de ocupación prohibieron de manera generalizada este tipo de historietas, pero con la rendición incondicional en 1945, Japón entraría en una nueva era. El entretenimiento emergió como industria respondiendo a la necesidad psicológica de evasión ante la cruda posguerra. La falta de recursos de la población en general requería de medios baratos de entretenimiento con lo que el manga volvió a tomar vigor.

Con el comienzo del auge económico la gente exigía más manga. En respuesta, una de las principales editoras de libros, Kodansha, entró en 1959 en el mercado de revistas. Su título Shōnen Magazine, cambió la pauta de periodicidad mensual a semanal, multiplicando la producción e imponiendo a los autores el estajanovismo, aunque esta vez con sueldos millonarios. Pronto, otros grupos editores como Shueisha, Shogakukan o Futabasha se unirían. Este sistema de producción sacrificaría el color, la calidad del papel y la sofisticación temática, llevándose también de paso la crítica política. Pero aumentaría vertiginosamente las ventas hasta cifras astronómicas y con ellas los beneficios empresariales, convirtiendo al manga en el medio de comunicación audiovisual más importante del país.

En 1988, gracias al éxito de la versión cinematográfica de Akira, basada en el manga homónimo del dibujante Katsuhiro Otomo, publicado en 1982 en la revista Young Magazine de la editorial Kōdansha, el manga empezó a difundirse internacionalmente a escalas jamás antes soñadas. A finales de los años noventa, el manga influyó en las publicaciones de los gigantes del cómic estadounidense Marvel Comics y DC Comics: incluso fue contratado (sin mucho éxito) el mangaka japonés Kia Asamiya para una de sus series bandera, Uncanny X-Men.

Pero el gran suceso que la producción japonesa Akira llevó a Occidente no fue algo que se forjó de la noche a la mañana. Ya en los años 1960 el mangaka Osamu Tezuka había vendido los derechos de emisión de su primera serie Astro Boy (en blanco y negro) a la cadena estadounidense NBC consiguiendo un éxito bastante notable de audiencia infantil. En los años setenta, le sucedieron las series de animación Mazinger Z, Great Mazinger, Grendizer, siendo esta última un estallido mediático en Francia. Todas ellas se basaban en los cómics del mangaka Gō Nagai, actual magnate de un imperio de distribución editorial. En la década de los 80, empezaron a destacarse series de otra índole, como Macross, conocida en Occidente por Robotech a la que se sumó la saga épica Gundam, basada en el cómic serie, sólo superada en temporadas y episodios por la serie de animación estadounidense Los Simpson de Matt Groening.

Uno de los autores más relevantes e importantes en el apogeo mediático de finales de los ochenta y principios de los noventa, ha sido el mangaka Akira Toriyama, creador de la famosa serie Dragon Ball y de la serie Dr. Slump, ambas caracterizadas por su humor picante, irreverente y absurdo. Tal fue el éxito de sus dos obras que en algunos países europeos llegó a desbancar de las listas de ventas de historieta al cómic estadounidense y a los cómics nacionales durante bastantes años. Este fenómeno fue más marcado en España, donde en pocos años Dragon Ball vendió tantos ejemplares, que se considera el tebeo más vendido en la historia del país. La revista Shōnen Jump —en momentos puntuales, especialmente durante algunas semanas que coincidían con episodios decisivos de la serie Dragon Ball— llegó a aumentar su tirada semanal en 6 millones de ejemplares. Incluso la poderosa Disney ha apreciado las producciones japonesas como producto comercial de calidad. Su distribuidora Buenavista obtuvo los derechos de distribución en cine de las películas del estudio Ghibli, del cual han salido muchas de las mejores obras que Japón ha dado al mundo de la mano de Hayao Miyazaki. Su éxito ha sido muy grande, tanto que la película de animación El viaje de Chihiro recibió en el 2002 el Oscar de la Academia a la mejor película de animación, premio que jamás una película japonesa de animación pudo ganar.

Al día de hoy el género del manga se ha consolidado en la sociedad occidental debido al éxito cosechado durante las décadas pasadas. Incluso fue imitado por autores europeos y estadounidenses, quienes trataron de competir con la cuidada estética y los recursos visuales de este género. La importancia del manga ha aumentado considerablemente, dejando de ser algo minoritario en Occidente para constituirse en un fenómeno comercial y cultural, en competencia directa con la hegemonía narrativa estadounidense y europea.

David Padial Zamorano
(Referencias tomadas de Wikipedia)